Cada año un poco mas cursi, un poco mas oculta, un poco mas siniestra, al parecer solo soy yo, la de nunca, la de siempre...
Paradoja lunar...
Miradas fulminantes y efímeras, excesivas, y no logras notar que con una sola puedes perder
el equilibrio y caer, mientras mas, mas profundo; las acompaña siempre una
pizca de desaliento y un poco de incertidumbre…
He aprendido a ocultar mis sentimientos bajo la ropa, el
maquillaje también ayuda, el teatro, la voz, conceptos llevados a la práctica, siempre llega
un momento en que las cosas se desbordan…
Solía mirarte a los ojos profundamente, y con esa fascinación que me provocaban tus
palabras soltar una carcajada, solía sentir lo in sentible, eso a lo que llaman
“felicidad”, un suspiro inmenso, casi
interminable, una sonrisa eterna que duraba mas de 1 mes y con eso bastaba para
siempre, solía mirarte con miradas incandescentes, destrozando cualquier
momento vano para convertirlo en esencia de una noche inolvidable pues todas y
cada una lo eran…
“¿Y yo para que necesito una canción si tengo tu sonrisa,
tus palabras, y un beso que me desvanece bajo la lluvia?”
Me preguntaba
mientras acariciaba tu cuello, y mi consciente me respondía con desfachatez y
tintes de queja, “pues para recordarte
siempre que no te tenga, para traer de nuevo y en repetidas ocasiones esa
sensación que me provocaban tus besos, y flotando caer de nuevo en la cuenta de que
innegablemente tenía la facultad de
volar a tu lado… “
Tengo tanto tiempo sin pensar en lo impensable, sin sentir
que mi existencia estorba, o la tuya, o la de ambos, que olvidé como hablar, y a momentos
esa necesidad de decirte cuanto te odio por no poder hacerlo, por callar
siempre lo que no quiero escuchar de mis labios, por disfrazar la vorágine de
sentimientos perversos de ternura que me causa tu expresión tan dulce como un
limón, tan suave como una piedra, tan
amarga como un algodón de azúcar, y dejar que la paradoja continúe cuando te
veo llegar, subir al auto con esa sonrisa que me asesina y golpearte con un
beso, lastimarte con una mirada y morir con tu adiós, siempre la muerte y el adiós…
Y el imposible olvido.
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